Hoy las estrellas rozan el pensamiento,
los temores se convierten en risas tardías,
el ahogo se torna aliento,
y la noche, eterna.
De una velada iluminada,
nacen las historias que llenarán el vacío,
más el horizonte venidero de esperanza,
olvida su cometido en una mañana de nostalgia.
Y como un crío que moja sus mejillas en espuma,
se despierta el sueño dormido.